No siempre existió un papel para asear las partes íntimas. Antes se usaba desde lechuga hasta nieve.
Entre los elementos cotidianos para la mayoría de habitantes del mundo durante las décadas recientes no solo están la radio, la televisión y los teléfonos, también figura, sin importar condiciones económicas o de ubicación geográfica, el papel higiénico.
Es tan común su uso y tan fácil de adquirir que una noticia como la que apareció en casi todos los medios hace unos días - la importanción de millones de rollos en Venezuela- nos sorprende y nos causa sopresa.
Los rollos que están al alcance de cualquiera han sido perfeccionados por la industria, que los ofrece de colores, tamaños y texturas diferentes. Pero aunque parezca extraño, la historia demuestra que no siempre existió un papel para asear las partes íntimas.
Un invento chino
Las piedras y los pedazos de arcilla eran algunos de los materiales empleados en la antigua Grecia para limpiar el trasero.
En Roma se utilizaron hojas de lechuga, al igual que esponjas sujetadas a un palo y mojadas con agua salada, buscando prevenir infecciones.
En el mismo imperio, los habitantes de mayor poder económico usaban lana humedecida en agua de rosas. En Francia los reyes se limpiaban con finas sedas, mientras los ciudadanos promedio resolvían con hojas de cáñamo. También las algas marinas y la nieve fueron alternativas dependiendo del relieve de cada lugar.
El gran invento apareció en el siglo II A.C, cuando los chinos crearon el papel higiénico. Con el paso del tiempo las hojas se caracterizaron por su gran tamaño, pues en algunos casos median hasta 90 centímetros.
Por mucho tiempo, aproximadamente hasta el siglo XVI, a dicho papel solamente tenían acceso los miembros de las monarquías.
La comercialización
El estadounidense Joseph Gavetty fue el primero en intentar comercializar a gran escala el necesario papel higiénico. En 1857, cuando comenzó su campaña, en Estados Unidos y gran parte del mundo lo más usual eran las hojas de maíz.
El papel, distribuido por Gavetty, no era en rollos sino en láminas y las hojas se humedecían con aloe.
La campaña publicitaria que popularizó el invento fue diseñada en 1880 por los norteamericanos Clarence y Edward Scott, a quienes también se les ocurrió enrollar el papel. En aquel momento se generó una gran controversia, ya que los estadounidenses consideraban como un irrespeto que un producto íntimo fuera exhibido en las tiendas.
A partir de entonces comenzó un proceso de perfeccionamiento del producto. Aparecieron los rollos con doble hoja y que ofrecen mayor suavidad, entre otras novedades.
Detalles curiosos
- Según la WWF (Fundación Mundial por la Naturaleza), no existe un país del mundo en el que no se use papel higiénico, por lo menos esporádicamente. La misma organización señala que cada familia en España consume por año un promedio de 106 kilos del producto.
- Expertos ambientalistas señalan que cada miembro de una familia consume por año 18 rollos de papel higiénico, que representan 5 kilos y medio de madera.
- La industria que fabrica el papel higiénico tala anualmente 4.000 millones de árboles.
- En 1991, cuando Estados Unidos e Irak se enfrentaron en la Guerra del Golfo Pérsico, las fuerzas norteamericanas tuvieron un inconveniente de última hora, pues sus verdes tanques eran absolutamente visibles en el desierto. Se tomó entonces la decisión de forrar los blindados con papel higiénico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario