Los expertos advierten de que están en marcha grandes cambios en patrones clave del sistema climático global
El año 2014 fue el más cálido desde que se tienen registros, por delante de 2010, 2005 y 1998. Y parece que 2015 y 2016 no van a quedarse atrás. Según un análisis del Servicio Meteorológico del Reino Unido (Met Office), el clima mundial ha alcanzado un punto de inflexión y está preparado para registrar temperaturas globales récord en los próximos años. La razón está -dicen los investigadores del Met Office- en que están en marcha grandes cambios en patrones clave del sistema climático global.
Las últimas observaciones globales sugieren que los ciclos climáticos naturales en los océanos Pacífico y Atlántico se están invirtiendo y amplificarán el calentamiento global derivado de las emisiones antropogénicas alterando los patrones climáticos en todo el mundo. Estos patrones clave son la Oscilación Decadal del Pacífico -que parece que está entrando en su fase más cálida-, la Oscilación multidecadal del Atlántico -con indicios de que entra en un periodo frío- y el Niño, en el Pacífico tropical, episodio del que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió hace escasas semanas de que puede ser tan potente como el de los años 97-98.
Es muy probable que 2015 y 2016 sean años muy cálidos a nivel mundial
En lo que llevamos de 2015 la temperatura media de la superficie terrestre (14ºC) se está moviendo cerca de niveles récord: 0,38ºC por encima de la media 1981-2010 y 0,68ºC por encima si se toma como referencia el periodo 1961-1990. Stephen Belcher, director del Centro Hadley de Cambio Climático del Met Office, explica que «aunque sabemos que los patrones naturales contribuyen a la temperatura global en un año determinado, las temperaturas muy cálidas en lo que va de año indican el continuo impacto del aumento de los gases de efecto invernadero. Y con la previsión de que el próximo año podría ser igualmente cálido, está claro que nuestro clima continúa cambiando».
El fenómeno de El Niño
Parte de esta variabilidad natural viene provocada por el fenómeno de El Niño, que ya se deja sentir. La prueba más visible fueron los treshuracanes de categoría 4 que se formaron simultáneamente en el Pacífico en septiembre. Una temporada extremadamente activa en el Pacífico y tranquila en el Atlántico Norte es consistente con lo que ocurre cuando se da un episodio de El Niño. Pues bien, los niveles de actividad ciclónica en el Pacífico han alcanzando niveles de récord, mientras que en el Atlántico la temporada de ciclones que se inició el pasado 1 de junio está siendo débil y solo tres tormentas han alcanzado la categoría de huracán (Danny, Fred y Joaquín).
Cuando los Niños son muy fuertes, es probabable que el otoño sea húmedo
Hielo marino en el Ártico
La tendencia al calentamiento viene apoyada también por la cantidad de hielo marino en el Ártico. La extensión mínima tras el verano ha sido la cuarta más reducida desde que comenzaron las mediciones por satéliteen 1979. Por delante quedan 2011 (4,34 millones de kilómetros cuadrados), 2007 (4,15 millones de km2) y, sobre todo, el récord que se alcanzó el 16 de septiembre de 2012, cuando el hielo marino se quedó por debajo de los 3,5 millones de kilómetros cuadrados. Según los datos delCentro Nacional para la Nieve y el Hielo, la extensión mínima se alcanzó el pasado 11 de septiembre, con 4,41 millones de kilómetros cuadrados.A pesar de que el mínimo de este año se sitúa 1,02 millones de kilómetros cuadrados por encima del récord de extensión mínima del hielo, en 2012, lo cierto es que si lo comparamos con la media entre 1981 y 2010, las cuentas salen negativas, pues el hielo marino al final del verano se ha reducido en 1,81 millones de kilómetros cuadrados. La contención del hielo este año no rompe, por tanto, la tendencia a la baja que se viene produciendo desde finales de la década de los 70, con un descenso por década de alrededor del 12% en la extensión del hielo marino, una disminución que se ha acelerado a partir de 2007.
En el Ártico predomina ahora un hielo joven y fino, que es más vulnerable
En la Antártida, tras algunos años dando señales positivas, la extensión del hielo para este invierno está por debajo de la del año pasado y en la media entre 1981 y 2010. Y las previsiones no son buenas: un estudio publicado esta semana en Nature Geoscience advierte que el deshielo está siendo tan rápido que la estabilidad de todo el continente podría estar en riesgo en 2100.
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