viernes, 14 de agosto de 2015

Atropellado el segundo lince ibérico en una semana en Córdoba

La organización de protección de la naturaleza WWF considera que a finales de año se puede llegar a la veintena de muertes por atropello de esta especie protegida.


Fotografía facilitada por WWF de un lince atropellado en febrero cerca de Doñana. / EFE
Un cachorro macho de lince ibérico ha sido atropellado este viernes por la mañana en la N-420, en el municipio de Montoro (Córdoba), según ha indicado el presidente del Proyecto Life Lince, Miguel Ángel Simón a Europa Press. Es el segundo ejemplar muerto en una semana. Otro cachorro fue atropellado el pasado 9 de agosto en un camino agrícola asfaltado de la localidad cordobesa de Adamuz. Desde la organización de protección de la naturaleza WWF apuntan que a finales de 2015 se puede llegar a la veintena de linces muertos por esta causa.


En lo que va de año son 11 los ejemplares que han muerto atropellados en las carreteras españolas: nueve en Andalucía, uno en Extremadura y otro en Castilla-La Mancha. Además, otros dos han fallecido por otras causas (uno en Andújar, Córdoba, por una pelea con otro lince a finales de febrero y el otro en Portugal, envenenado a finales de marzo), según asegura WWF.
Simón ha señalado también que otro lince que fue arrollado este miércoles en la carretera entre Pilas y Carrión (Sevilla) "sigue sin aparecer". La búsqueda del felino, que está "posiblemente herido", continúa.
El lince ibérico está asentado en dos zonas de Andalucía: Doñana y Sierra Morena. Pero el plan Life+ Iberlince ha reintroducido la especie en la zona sur de Ciudad Real, en los Montes de Toledo, en el valle de Matachel (Extremadura), en el Valle del Guadiana en Portugal y en el Valle del río Guadalmellato y en el del Guarrizas (Andalucía). La población de esta especie en Andalucía era de 320 ejemplares en 2014.
El lince ibérico salió de la lista de animales "en peligro crítico" que elabora la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) y bajó al nivel de "en peligro" el pasado 23 de junio. No obstante, Luis Suárez, responsable del programa de especies de WWF, considera que aunque se cumplen los criterios de evolución en los últimos 10 años, no se ha tenido en cuenta que la población de lince en Doñana y Andújar ha disminuido. "Esto es debido a que la población de conejo en esas zonas ha reducido su tamaño desde hace dos años por la nueva cepa del virus de la neumonía hemorrágica vírica", recalca Suárez.
Un ejemplar de lince ibérico en Córdoba procedente de un centro de cría en libertad. / F. J. VARGAS
El año pasado fue "trágico" para la especie, en palabras de Suárez: de 28 muertes, 21 fueron por atropellos, la cifra más alta de la última década. WWF considera que dada la cifra de linces atropellados que se ha alcanzado a mediados de agosto se puede llegar a la veintena de decesos a finales de año. "Al haber menos conejos, los linces buscan zonas donde haya más y es por eso por lo que se acercan a las carreteras", explica Suárez como causa de que haya más atropellos.
El conejo constituye el 98% de la alimentación del lince. A principios de los 2000, se consiguió repoblar de conejos la zona sur de la Península y se logró una concentración de dos o tres por hectárea, apto para la alimentación del felino —la ideal para que las hembras se reproduzcan es de cuatro, según explica Suárez—, pero en los últimos dos años ha vuelto a los valores de hace más de una década.
El compromiso del Ministerio de Fomento para colaborar con el de Medioambiente para bajar la velocidad en la N-420 y aumentar las señalizaciones "es un movimiento positivo, pero no basta solo con eso", aseguran desde WWF. El tramo de esta carretera que pasa por el Parque Natural Sierra de Cardeña y Montoro (Córdoba) es uno de los cuatro puntos negros que tiene registrados la ONG. Los otros tres son: el tramo de la A-4 desde Linares a Andújar (Jaén); la A-49 a la altura de Chucena (Huelva) y la N-442 a la altura de la Laguna de Palos y las Madres (Huelva).
Desde WWF reclaman que se construya un paso de fauna en el tramo de la A-4 entre Bailén y Andújar y se refuercen los vallados laterales "porque los linces cruzan en busca de conejos". "Antes no era nada habitual que hubiera atropellos en una autovía", asegura Suárez.

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