miércoles, 11 de junio de 2014

Las cataratas de Iguazú cierran por una histórica avalancha de agua

Las pasarelas y miradores permanecen sumergidas bajo el agua. Estas fotos espectaculares muestran el estado del río

La fuerte crecida del río Paraná, provocada por las intensas lluvias en la región, ha dejado fuera de uso todos los senderos y circuitos»del Parque Nacional Iguazú, en la provincia argentina de Misiones (noreste). El río Iguazú, límite natural entre Argentina y Brasil, presenta «una crecida de una magnitud tal que hubo que cerrar todos los senderos y circuitos», señalaron portavoces de la empresa Iguazú Argentina.
De acuerdo a las informaciones de los trabajadores del Parque Nacional Iguazú, el nivel del agua ha alcanzado su máximo estimado durante la tarde del martes 10; «esperando que en las próximas jornadas se produzca el escurrimiento natural de la crecida y la bajante permita el inicio de las tareas de reparación de los circuitos afectados».
Las cataratas de Iguazú cierran por una histórica avalancha de agua
Los 275 saltos que componen las cataratas que reciben el nombre del río (en lengua guaraní «agua grande») presentan un caudal de 46.300 metros cúbicos por segundo, debido a las intensas precipitaciones en el sur de Brasil. Lo habitual son 8.000, según ha dicho a AFP Fabián Sosa, uno de los responsables del parque.
Desde que comenzaron las mediciones del movimiento en la cuenca del Iguazú, la marca máxima registrada fue durante las inundaciones de 1992, con 36.000 metros cúbicos por segundo, unos 10.000 menos que la medida actual.
Las fuentes consultadas aseguraron que, mientras persista el fenómeno natural, «la entrada al parque es gratuita» ya que los visitantes no pueden realizar el recorrido completo por el complejo.
Las cataratas de Iguazú cierran por una histórica avalancha de agua
REUTERS/RAUL PUENTES
Uno de los principales recorridos afectados por las inundaciones es el que conduce al mayor salto del parque, conocido como la«Garganta del Diablo». Cuando el río Iguazú tiene un caudal normal, las barandas de las pasarelas están levantadas y permiten la circulación del visitante hasta el mirador donde se puede contemplar el gran salto de agua. Pero cuando sube, estas estructuras se rebaten para permitir que el flujo de agua pase libremente, reduciendo la resistencia al agua y a los elementos flotantes que arrastre el caudal

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