Glorimar Fernández | ÚN.- Novecientas especies de plantas y árboles incluye, hoy día, el primer jardín botánico creado en Latinoamérica. Su nombre se lo debe a su creador, Gustavo Knoop, pero la mayoría de los habitantes de la capital mirandina lo llaman Los Coquitos.
Este nombre se popularizó porque, en una palmera canaria, la que más se reprodujo en el área, nacían frutos parecidos a un coco en miniatura.
Con la reforestación que se efectuó a raíz de la construcción del Gran Ferrocarril de Venezuela, el ingeniero Knoop, presidente de la empresa, decidió traer plantas de diferentes partes del mundo, en 1849, y sembrarlas en el terreno que, para entonces, abarcaba 14 hectáreas.
Con ayuda del clima que caracteriza a la capital mirandina, las 1.400 especies que sembró crecieron y formaron el bosque artificial que hoy conocemos. A causa de la contaminación y el descuido, el número de plantas se redujo.
Rescate
Guillermo Texeira es uno de los jardineros que protege este parque ecológico.
Durante el recorrido con el equipo de Últimas Noticias refirió que el jabillo sembrado por el propio Knoop, de casi 50 metros, es el árbol más alto que hay en Los Coquitos.
Algunas de las plantas que están a simple vista son: la cayena brava, orejas de mono, papel de música, croto japonés, riqui-riqui y ave del paraíso. También hay matas de limón, cambur, mandarina y llantén.
El abandono al que estuvo sometido el parque, hasta hace unos cinco años, facilitó que habitantes de la comunidad colindante -El Vigía- se apoderaran de sus terrenos, así que Los Coquitos ahora sólo tiene nueve hectáreas.
Luis Nexans, ambientalista local, aportó como dato curioso que, justo debajo del Hotel La Casona -situado frente al parque- brota un manantial que atraviesa la calle Campo Elías y desemboca en un estacionamiento que está al lado de Los Coquitos, área que perteneció originalmente al jardín botánico.
Hasta hace poco hubo tres perezas, pero dos de ellas murieron. La que queda sólo se deja ver de vez en cuando.
En la entrada del Gustavo Knoop hay una planta llamada Roso Blanco, que es autóctona del municipio Guaicaipuro y está en peligro de extinción.
A pesar de que se encuentra en pleno centro de Los Teques, una vez dentro del parque no se percibe el ruido citadino, música ni -tan siquiera- un leve olor a humo.
Es el primer jardín botánico creado en Latinoamérica. Aleicar Rodríguez
Trajeron plantas de diferentes partes del mundo en 1849. Aleicar Rodríguez
El creador del parque sembró 1.400 especies. Aleicar Rodríguez
La historia de este pulmón vegetal se relata a los visitantes. Aleicar Rodríguez
El sitio es ideal para descansar del ruido citadino y de la contaminación. Aleicar Rodríguez
gfernandez@cadena-capriles.com
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