miércoles, 9 de febrero de 2011

EL NIÑO QUE QUIERE PLANTAR UN BILLÓN DE ÁRBOLES

Con sus 13 años, Félix Finkbeiner ha hecho realidad un proyecto cuyo impacto global deslumbraría al más idealista de los adultos.
Felix Finkbeiner
Felix Finkbeiner: "No vamos a resolver el problema del cambio climático cambiando lamparitas. Necesitamos grandes cambios".
Este joven alemán es el fundador de Plantar para el Planeta, Plant for the Planet, una organización que ya ha logrado plantar más de tres millones y medio de árboles en distintos rincones del mundo.
Todo empezó cuando Félix tenía nueve años y su maestra le pidió un trabajo sobre cambio climático. "Preparando esa tarea me enteré sobre la existencia de Wangari Maathai, la mujer en Kenia que plantó en 30 años 30 millones de árboles y ganó el Premio Nobel de la Paz en 2004", le dijo Félix a BBC Mundo.
"Cuando estaba haciendo mi presentación tuve la idea espontánea de que nosotros los niños podíamos plantar un millón de árboles en cada país del mundo".
La idea fue recibida con entusiasmo y comenzó a ganar adeptos en otros colegios.
Cuatro años después, ya se han plantado más de un millón de árboles sólo en Alemania y la organización involucra a niños y adolescentes en más de 90 países.

Justicia climática

"Cuando comenzamos hace cuatro años pensábamos en proteger osos polares, pero pronto nos dimos cuenta de que se trataba de salvar nuestro propio futuro, porque sufriremos las consecuencias de los problemas que los adultos no resuelven hoy", dice Finkbeiner.
Imagen del presidente de Ecuador Rafael Correa en la campaña de la organización Plantar para el Planeta
El presidente de Ecuador Rafael Correa es uno de los líderes que participó en la campaña "Dejen de hablar, comiencen a plantar".
Félix no solo muestra un inmenso entusiasmo, sino un claridad metódica a la hora de concretar sus sueños y un gran sentido de la lucha política en torno al cambio climático.
"A nivel mundial queremos educar un millón de niños y adolescentes como embajadores por la justicia climática. Les llamamos academias a estos talleres de un día, que ya se han realizado en ocho países y la idea es que quienes participen eduquen a su vez a otros niños", le explicó a BBC Mundo.
"Plantar árboles ayuda mucho pero no basta para resolver el problema, por eso queremos enseñar sobre justicia climática", afirma Felix, quien junto a otros adolescentes viajó a la cumbre de cambio climático en diciembre.
Fue allí, en Cancún, que fotógrafos profesionales donaron su tiempo captando imágenes de los niños con líderes mundiales para su campaña "Dejen de hablar, comiencen a plantar".

Metas claras 

El movimiento de Félix tiene un plan de tres puntos para mostrar "cómo resolveríamos el problema si fuéramos gobernantes".
Adolescente en Ecuador plantando un árbol
Plantación de árboles en Ecuador. Adolescentes de más de 90 países participan en "Plantar para el Planeta".
Uno de los objetivos es que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados, para lo que "será necesario que no pasemos de 600 billones de CO2 en las próximas cuatro décadas".
"Si dividimos la cifra por 40 años, esto significa 15 billones anuales y nosotros como seres humanos debemos decidir cómo repartir esto".
"Para nosotros los niños sólo hay una respuesta posible, que cada persona tenga el mismo derecho de emitir, lo que significa para cada ser humano 1,5 toneladas por año".
Félix señala que quien contamine menos podrá vender sus derechos de emisión a personas en países más industrializados, obteniendo recursos a cambio de ello para salud y educación.
Otra de las metas es plantar nada menos que un billón (millón de millones) de árboles a nivel mundial, que absorberían cada año 10 billones de toneladas de CO2.
El último punto es cero emisiones netas de CO2 para 2050, "algo para lo que ya tenemos la tecnología".

"Somos la mayoría"

¿Y qué hay de los cambios en el estilo de vida?
Actividad de la ong Plantar para el Planeta en Colombia
Actividades en Colombia. La meta es educar un millón de niños y adolescentes como embajadores por la justicia climática.
Actividades en Colombia. El objetivo es luchar por la justicia climática y plantar nada menos que un billón de árboles.
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"No vamos a resolver el problema cambiando lamparitas. Necesitamos grandes cambios", le dijo Félix a BBC Mundo.
El fundador de Plantar para el Planeta es constantemente invitado a dar charlas y ha recibido varios galardones. Aún no sabe a qué se dedicará en el futuro, pero tiene muy claro el inmenso poder de las ideas cuando se transforman en acciones globales.
"Tenemos que hacer que los politicos introduzcan cambios, que haya leyes internacionales. Nosotros los niños y adolescentes ya somos la mayoría en este planeta y podemos hacer una diferencia, pero sólo si trabajamos juntos a nivel mundial".

lunes, 7 de febrero de 2011

Ruta Ecohistórica Liceo Bolivariano "MONTAÑUELA"

¿Y SI LA LUNA SE VA?


La Luna sobre el monte Fuji en Japón
La Luna no solo es bella, es vital para sostener la vida y el ecosistema.
No importa qué está pasando en la Tierra, cuando miramos al cielo nocturno, hay algo que siempre está ahí: la Luna, eterna y permanente. Sin embargo, cada año se aleja un poquito más, como le recuerda a la BBC la científica espacial Maggie Aderin-Pocock.
Es fácil subestimar la Luna, aún en noches despejadas cuando ilumina el cielo nocturno. Tenemos la sensación de que siempre ha estado ahí, como ahora, a través de la historia. Pero eso no es exactamente cierto.
Se cree que la Luna se formó cuando un protoplaneta del tamaño de Marte chocó contra la Tierra primitiva hace unos 4.500 millones de años. Los restos que quedaron de este impacto se consolidaron para formar la Luna. Simulacros computarizados de este evento avalan esta teoría.
Los simulacros también insinúan que en el momento de su formación, la Luna estaba situada mucho más cerca de la Tierra, a escasos 22.530,8 kilómetros de distancia, comparados con los 402.336 kilómetros de hoy en día.

Fuerza gravitacional

Teoría de la formación de la Luna
Una teoría dice que la Luna se formó tras el impacto de un planeta con la Tierra.
La Luna continúa en una órbita que la aleja de la Tierra a un ritmo de 3,78 centímetros por año, más o menos la misma velocidad a la que crecen las uñas de las manos.
Sin la Luna, la Tierra se desaceleraría lo suficiente para volverse inestable, pero esto tomará miles de millones de años y tal vez nunca sucederá.
El alejamiento de la Luna se debe principalmente a la actividad de las mareas de la Tierra.
Nuestro satélite se mantiene en órbita gracias a la fuerza de gravedad de la Tierra, pero la Luna también ejerce una fuerza similar sobre nuestro planeta y así produce el movimiento de las aguas de los mares, formando la protuberancia de la marea.
Sin embargo, esta protuberancia es empujada a su vez por la rotación de la Tierra, de manera que se le adelanta a la Luna.
Esta gran masa de agua ejerce su propia atracción gravitacional sobre la Luna, lo que hace que se acelere.

Días de cinco horas

El aumento de velocidad de la Luna provoca su alejamiento de la Tierra, ampliando su órbita cada vez más. Este fenómeno es similar al que uno siente cuando se monta en un carrusel giratorio.
Entre más rápido gire el carrusel, más fuerte es la sensación de ser despedido hacia afuera.
Aunque 3,78 centímetros parece poco, esta pequeña diferencia incrementada durante un período suficientemente largo podría afectar la vida en la Tierra.
A medida que la Luna se acelera debido a la protuberancia de la marea y la rotación de la Tierra, a la Tierra le está sucediendo lo opuesto: está volviéndose más lenta.
La Luna produce las mareas
La gravedad de la Luna produce las mareas en la Tierra.
En la época de la Tierra primitiva, cuando la Luna se acababa de formar, los días eran de cinco horas, pero con el freno lunar en operación durante los últimos 4.500 millones de años, los días se han vuelto más largos -las 24 horas con las que estamos familiarizados- y continuarán alargándose en el futuro.
La evidencia de la desaceleración a través de las épocas se puede ver en los fósiles de algunos seres.
Al examinar las bandas de crecimiento diario de corales se puede calcular el número de días que transcurrieron por año en períodos pasados. Con esto se puede calcular que los días se están extendiendo a razón de 19 horas cada 4.500 millones de años.

Animales sin aire acondicionado

La longitud de un día, en otras palabras, la velocidad de rotación del planeta, juega un papel muy importante en su estabilidad.
La manera de mantener un plato equilibrado sobre una vara es haciéndolo rotar rápidamente. Si la velocidad disminuye, el plato se cae al piso. De la misma manera, si la velocidad de rotación de la Tierra se hiciera muy lenta, todo nuestro planeta empezaría a tambalear lentamente y esto tendría un efecto devastador sobre las estaciones.
Las estaciones que conocemos se deben al ángulo de inclinación de la Tierra de 23º sobre su eje.
La Luna de cerca
Hace millones de años la Luna estaba mucho más cerca de la Tierra.
Durante el verano, el Hemisferio Norte está inclinado hacia el Sol de manera que los días son más largos y la temperatura es cálida. Pero durante el invierno, está inclinado en dirección contraria, lejos del Sol, acortando los días y enfriando la temperatura.
Si esto fuera a cambiar y la Tierra se desestabiliza, algunas regiones del mundo sufrirían cambios súbitos y más drásticos de temperatura a los que estamos acostumbrados, con fríos árticos extremos en el invierno seguidos de sofocantes calores en el verano.
Como humanos tenemos la capacidad de adaptarnos a nuestro entorno para satisfacer nuestras necesidades. Si todavía existimos como especie cuando ocurran estos cambios, muy probablemente sobreviviríamos los extremos con aire acondicionado en el verano y calefacción en el invierno.
Desafortunadamente, la mayoría de los animales no se pueden adaptar tan fácilmente y si los cambios ocurren súbitamente por la inestabilidad de la Tierra, muchos no podrían evolucionar lo suficientemente rápido como para invernar o migrar en busca de refugio.
La raza humana no tiene mucho que temer en la actualidad. Para cuando ocurran los cambios, los humanos probablemente habrán generado la tecnología para acelerar la rotación de la Tierra o transportarnos a otros planetas de nuestra galaxia con mejores condiciones para vivir.